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HOTEL DE CATÍ, PICO DEL FRAILE Y PANTANET. 26 DE SEPTIEMBRE DE 2013


Recorrido siguiendo el PR-CV 32 desde el parking del Hotel de Catí hasta el Pantanet y regreso por la rambla del Badallet.



Con inicio del recorrido en el parking del Hotel de Catí y la participación de Manolo, Inocente, Reina, Alberto y yo, realizamos el recorrido que, a través del PR-CV 32 discurre por la crestería del Fraile hacia el Pantanet y que regresa al mismo lugar por la rambla del Badallet.



Comenzamos la ruta todos los participantes menos Alberto, que se une a nosotros más tarde.

Desde el parking del hotel nos dirigimos por carretera en sentido a Petrer durante unos 150 metros, para introducirnos por el camino de tierra que surge a la derecha y que se dirige por el PR-CV 32 al Pico del Fraile y el Pantanet, pasando por el mirador de Catí.





El camino se halla correctamente señalizado por marcas de PR y por diversos paneles y no existe ninguna perdida hasta alcanzar el mirador.
A la derecha de la imagen vemos el camino que conduce a la zona de acampada y al albergue de Catí.
 
Señalización ubicada en el cruce anterior.

 La subida hay que tomarla con filosofía porque nos encontramos con algunos repechos de cierta inclinación (según sea el estado físico de cada uno le será más o menos costoso, por supuesto). Conforme vamos ascendiendo se obtienen unas vistas estupendas, y según sea la climatología del día, podemos llegar a ver el mar.


Vistas del hotel de Catí y del parking desde antes del mirador
Al fondo vemos toda la sierra del Cid

Antes de llegar al mirador de Catí, podemos ver a lo lejos a Alberto que ha iniciado la marcha y sube por el camino.




Llegamos al mirador desde donde contemplamos de nuevo el paisaje que nos rodea y visitamos el banco que queda junto a él en una explanada con unas estupendas vistas. El banco tiene colocada una placa en la que The Castalla Walkers (grupo senderista de Castalla) homenajea a Ken Turner.




Mirador de Catí


Continuamos camino ahora en ascenso más pronunciado. La senda se inicia con unos escalones.



A los pocos minutos, la senda, que discurre por el sendero de pequeño recorrido, se pega por el lado derecho a las paredes de roca y surge otra senda a la izquierda, con una puerta de madera en su inicio, que conduce a una vía ferrata.
Desde aquí hasta el collado, la senda incrementa su inclinación y encontramos instalados dos cables pasamanos para ayudar en el ascenso. Entre ambos, tengo que hacer una parada para recuperarme porque casi sufro una pájara.




 
Indicación y acceso a la zona de la vía ferrata







Alcanzado el collado nos reagrupamos todos a falta de Alberto. 




Desde aquí la senda bifurca en dos. Hacia la derecha se dirige al Despeñador. Hacia la izquierda se dirige hacia la crestería del Fraile y hacia el Pantanet. Inocente y yo continuamos camino hacia la izquierda para encaminarnos a la crestería. Manolo se queda a esperar a Alberto para alcanzarnos más tarde.




Una vez nos adentramos en la crestería del Fraile comenzamos a ver una bonita imagen de toda la zona de valle que nos rodea cubierta por la niebla.







Continuamos camino y nos acercamos a los cortados rocosos que abundan en la zona próxima al Pico del Fraile. Mientras, Manolo y Alberto nos van alcanzando.



Manolo y Alberto nos alcanzan cuando el terreno va a cambiar de una senda normal a una senda que transcurre por un terreno erosionado, que ha transformado la roca en placas, lo que dificulta y hace pesado el caminar. Esta es la parte negativa del recorrido de hoy y la que lo hace más pesado, salvando la subida.


La parada para almorzar la realizamos en la zona de la crestería, continuando camino en sentido descendente hacia el Pantanet.

Llegando a la zona del "pino..." nos encontramos con una bandera de España
  
Antes de llegar al "Pino...", decidimos que Manolo e Inocente se van a adelantar porque Alberto y yo vamos flojos y, además, a mí me ha comenzado a doler la planta del pie derecho, lo que se une a la incomodidad del terreno. Acordamos que ellos van a llegar hasta el hotel y nos recogeran con el coche en el ensanche donde comienza la "senda de los enanos".

Llegados al "Pino...", Alberto y yo hacemos una breve parada para tomar agua antes de descender hacia el Pantanet. Manolo e Inocente ya están accediendo al Pantanet.

El "Pino..."
Posiblemente os preguntaréis que quiero decir con el "Pino...". Los puntos suspensivos hay que cambiarlos por un adjetivo que mis compañeros conocen y que resulta mal sonante. Quien haya subido desde el Pantanet hasta alcanzar la crestería, quizá pueda comprender el significado del mismo, pues el esfuerzo que se realiza es grande y el pino parece estar vivo; cuando estamos llegando a él, se aleja.




 


Tras descansar un poco y beber agua, iniciamos el descenso hacia el Pantanet. Hay que llevar cuidado con el descenso, por la inclinación del terreno y por las piedras sueltas que encontramos. 


Imagen del descenso hacia el Pantanet.
Podemos apreciar la inclinación y vemos en lo alto de la crestería al famoso Pino.








Finalizada la bajada, nos introducimos al Pantanet. Quizá, debido a que he bajado trotando parte del descenso y a que hoy no estoy en buenas condiciones físicas, vuelvo a estar a punto de sufrir otra pájara, por lo que descansamos de nuevo en el acceso al Pantanet.




Allí intentamos contactar con Manolo e Inocente para indicarles que nos recogieran en el abrevadero donde se inicia la rambla del Badallet porque vemos que nos va a costar seguir la marcha; pero no conseguimos cobertura. Por ello decidimos seguir camino y llegamos al Pantanet.







Salimos del Pantanet por la senda que sube por la pared del lado izquierdo de la cueva de la figa. A mitad de la subida tengo que volver a parar porque estoy a punto de sufrir otra pájara.

Terminamos la subida y continuamos hacia la carretera que sube a Catí.

Aquí intentamos coger cobertura para poder llamar a Manolo e Inocente pero seguimos sin conseguirlo y tras deliberar, decidimos seguir ruta poco a poco tal como habíamos acordado con ellos.

Nos adentramos por la rambla del Badallet, pero al poco decidimos regresar hacia el abrevadero, junto a la carretera, porque tal como nos encontramos vamos a tardar mucho en llegar al lugar de encuentro.

Allí, descansamos un poco, bebemos agua y tratamos de buscar cobertura sin éxito.

El final de la historia lo van a conocer Manolo e Inocente cuando lean esta entrada.

Tras no conseguir cobertura, decidimos subir por la carretera al lugar donde debemos encontrarnos con el resto del grupo. Nos adelanta un ciclista y le pedimos que si los ve, les diga que bajen a por nosotros.

Cuando llevábamos subida la primera rampa de la carretera, tuvimos la suerte de que nuestro compañero Vicente, bajaba en su coche de realizar una ruta por la zona y nos subió. En el punto donde habíamos quedado con Manolo e Inocente, vemos que no han llegado y seguimos hasta el parking del hotel, donde comprobamos que sigue el coche. Vicente se marcha y nosotros esperamos durante unos minutos la llegada de Manolo, yo, cojeando y cansado.

Manolo e Inocente se quedan sorprendidos al vernos allí y nos preguntan como hemos llegado. Les decimos que hemos atajado por la carretera (pero omitimos los detalles).

Finalizada la etapa de esta manera, damos por concluído el recorrido de hoy con los sabores y sin sabores que ya conocéis.