Iniciamos la marcha a la Rambla de la Puerta tras habernos reunido en la Coveta, Manolo, Inocente, Izquierdo, Alberto y yo. En el punto de comienzo de la ruta nos encontramos con Vizcaíno y esperamos a que se incorpore al grupo Córcoles para ponernos en marcha.
Comenzamos a caminar siguiendo el camino de tierra que queda junto al chalet donde dejamos los vehículos para introducirnos a los pocos metros en una senda, la cual, con motivo del trabajo mecánico en zonas de plantación colindantes a la misma, se encuentra poco pronunciada aunque se percibe bien.
Continuamos por la senda y llegamos a un bancal de almendros que atravesamos para bajar por una pequeña senda al camino que nos lleva hacia la rambla.
Comenzamos a caminar siguiendo el camino de tierra que queda junto al chalet donde dejamos los vehículos para introducirnos a los pocos metros en una senda, la cual, con motivo del trabajo mecánico en zonas de plantación colindantes a la misma, se encuentra poco pronunciada aunque se percibe bien.
Continuamos por la senda y llegamos a un bancal de almendros que atravesamos para bajar por una pequeña senda al camino que nos lleva hacia la rambla.
(En una entrada posterior trataremos de realizar una explicación acompañada de un reportaje fotográfico del recorrido, para orientar a quien esté interesado en realizar esta ruta y no conozca el lugar dando alguna alternativa más).
Una vez en el camino, el grupo se divide en dos, quedando como avanzadilla Inocente, Vizcaíno, Córcoles y Manolo. En el segundo grupo nos quedamos Izquierdo, Alberto y yo.
En el inicio de la rambla, sin ser propiamente el tramo o zona de la puerta, los dos grupos volvemos a unirnos porque el primer grupo nos espera para que recojamos la chaqueta de Inocente, que había saltado del exterior de su mochila antes de realizar una pequeña subida.
Como curiosidad, señalar que al poco de adentrarnos en la rambla, nos encontramos con los restos de un zorro muerto el cual todavía conserva bien la cola.
Llegados todos al lugar de almuerzo, el grupo, exceptuando a Alberto y a mí, deciden subir hasta la carretera que va desde el Cid a los Chaparrales, la cual dista unos 200 metros aproximadamente para completar así todo el recorrido de la rambla. Desde allí regresan al lugar de almuerzo. Vizcaíno e Izquierdo que regresaban más atrasados se encuentran con Jorge, un compañero que realizaba una ruta en bicicleta por la zona.
Tras el almuerzo, regresamos por el mismo lugar. Unos minutos antes lo hacen Córcoles y Vizcaíno.
Una vez en el camino, el grupo se divide en dos, quedando como avanzadilla Inocente, Vizcaíno, Córcoles y Manolo. En el segundo grupo nos quedamos Izquierdo, Alberto y yo.
En el inicio de la rambla, sin ser propiamente el tramo o zona de la puerta, los dos grupos volvemos a unirnos porque el primer grupo nos espera para que recojamos la chaqueta de Inocente, que había saltado del exterior de su mochila antes de realizar una pequeña subida.
Continuamos con la ruta encaminándonos hacia "la puerta" para introducirnos de lleno en la rambla. El primer grupo se vuelve a distanciar y Manolo intenta hacer la "goma" para poder realizar alguna foto del evento.
Como curiosidad, señalar que al poco de adentrarnos en la rambla, nos encontramos con los restos de un zorro muerto el cual todavía conserva bien la cola.
Llegados todos al lugar de almuerzo, el grupo, exceptuando a Alberto y a mí, deciden subir hasta la carretera que va desde el Cid a los Chaparrales, la cual dista unos 200 metros aproximadamente para completar así todo el recorrido de la rambla. Desde allí regresan al lugar de almuerzo. Vizcaíno e Izquierdo que regresaban más atrasados se encuentran con Jorge, un compañero que realizaba una ruta en bicicleta por la zona.
