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XORRET DE CATÍ, ALT DE GUISOP Y CUEVA DE MOSSEN FRANCÉS.14 DE ENERO DE 2016


Nueva ruta al Alt de Guisop desde el Xorret de Catí.
La ruta de hoy, de unos 7,4 Kms., comienza en el hotel Xorret de Catí. Desde allí Juanmi y yo, nos dirigimos al Alt de Guisop y a la cueva de Mossen Francés, desde dondo descendimos al lugar de inicio y fin de la misma.


Comenzamos en el parking del hotel y nos dirigimos a la derecha por asfalto.


Llegamos a la confluencia con la carretera que se dirige a Castalla por la parte de atrás del hotel y la cruzamos para introducirnos por el camino de la izquierda. Un panel indicador nos informa que nos adentramos en el PR-CV 31 que se dirige al Alt de Guisop y por el que caminaremos por la mayor parte de la ruta.





Seguimos caminando por el camino indicado, que discurre por encima del Xorret.



No lo abandonaremos y por él nos acompañarán marcas indicadoras del sendero de pequeño recorrido antes mencionado.




En el punto que muestra la siguiente fotografía, una marca cruzada, nos indica que el camino no sigue hacia nuestra izquierda, dirección a una vivienda. Casi de frente a nosotros, otro panel indicativo con la denominación del sendero, nos indica que continúa en esa dirección.



El camino comienza enseguida a ascender y en el primer cruce que encontramos, continuamos hacia la izquierda.



Continuamos ascendiendo por el camino sin abandonarlo.


En el cruce que se muestra a continuación, nos dirigimos hacia la izquierda.




Poco después, encontramos la entrada de una senda que se dirige a la derecha. Decidimos adentrarnos un poco por ella para ver hacia donde se dirige y, de paso, disfrutar del paisaje que intuimos, debe ser precioso.




Una vez nos adentramos en ella, comprobamos lo intuido acerca de las vistas que se nos ofrecen, que son estupendas. Destaca la completa visión de la sierra del Cid, de la Foradá y de los Rasos de Catí.





Por la dirección que lleva la senda, deducimos que debe dirigirse al Alt de Guisop, objetivo principal de esta ruta, o a un punto cercano a este. Como la senda resulta novedosa para ambos, pero nos parece muy atractiva, decidimos seguirla y modificar el itinerario previsto en primera instancia.

Nos indicarán el camino unos hitos de piedra.





Comenzamos a ascender y, en principio, el ascenso es relativamente suave, pero conforme avanzamos, comienza a ser más pronunciado.

Durante el trayecto de subida, las vistas que nos acompañan por la derecha, son muy bonitas y, según la meteorología del día, se llega a ver el mar.

El trazado de la senda es visible y fácil de seguir, hasta que se llega a una zona rocosa donde, por la orografía propia del terreno, se pierde, incluso llega a generar dudas por la proximidad de otras posibles sendas. Además, se echan en falta hitos de piedra que nos ayuden a continuar. Por ello, voy a tratar de explicar lo mejor posible el itinerario a seguir, amén de que, en una futura ocasión en la que volvamos a recorrer esta senda, nos dediquemos a reforzar la señalización de la misma, puesto que nos tocó emplearnos para conseguir continuar el recorrido establecido.

Como muestra la siguiente fotografía, la senda se dirige a una pequeña atalaya de roca, que bordea por la izquierda, continuando su trazado de modo perfectamente visible y señalizado hasta que alcanza la cresta rocosa que se aprecia a continuación de la atalaya.





La cresta rocosa se alcanza en el punto que se muestra a continuación, donde sigue por la derecha.



Un poco más adelante, surge una bifurcación, donde el trazado de la senda desciende. Justo en ese punto, debemos dirigirnos hacia la roca, casi de frente y en leve ascenso para localizar el hito de piedras que muestra la siguiente imagen y que remodelamos un poco para que fuera así de visible, porque apenas se apreciaba.



Aquí hacemos una pequeña trepa y apreciamos otro pequeño hito de piedras que nos confirma que seguimos el trayecto correcto.



Desde arriba, ya en la zona de la cresta rocosa, tomamos la siguiente imagen, contrapuesta a la anterior, para que se aprecie el recorrido de la senda y se comprenda lo anteriormente expuesto.



Otro hito de piedras nos indica el camino a seguir por la zona rocosa.





Más arriba, la senda se vuelve a hacer visible






Unos pocos metros antes de la cumbre, alcanzamos una senda que, a la izquierda desciende y, a la derecha, nos conduce a la cumbre del Alt de Guisop, donde almorzamos.




Desde la cumbre, tenemos unas magníficas vistas del Maigmó. Al fondo, esta vez, con brillos en color amarillo, el mar.



Después de almorzar, seguimos la senda por la que hemos accedido, en el mismo sentido, para comenzar un ligero ascenso, donde llegamos a una zona amplia, conocida como el alto de Pedro Payá.





Al final del ensanche, nos dirigimos a la izquierda, continuando por una bajada pronunciada, que nos conduce a un camino.






Alcanzamos el camino y seguimos hacia la izquierda.


Rebasamos a la izquierda el inicio de un camino y, a pocos metros, nos adentramos en una senda que surge a la derecha.







A continuación, la senda bifurca y, aunque ambos ramales conducen al mismo lado, continuamos por el de la derecha porque es más bonito.





Esta senda nos devuelve de nuevo al camino que hemos dejado, señalizado (al igual que la senda) con marcas de sendero de pequeño recorrido, concretamente, el que llevamos desde el inicio de la ruta PR-CV 31.



Un poco más adelante encontramos un ensanche con una nueva bifurcación, donde dejamos de nuevo el camino y nos adentramos por la izquierda a otro menos amplio, que un poco más adelante pasa a convertirse en senda.





Esta senda nos conduce a unos bancales, que bordea por la izquierda, para alcanzar un camino, por el cual seguimos hacia la izquierda en ascenso, siguiendo el mismo sendero de pequeño recorrido.





Finalizada la subida, llegamos al punto que se muestra a continuación, donde nos adentramos a una senda por la izquierda, dejando el camino que llevamos. Aquí debemos estar pendientes de la señalización. En el camino encontramos las marcas cruzadas, que nos dicen que el recorrido no continúa por allí. En la senda, vemos las marcas que sí que nos corroboran la continuación del sendero.



Alcanzamos otro bancal que bordeamos.


Al final de este, existen dos opciones que conducen igualmente a la cueva de Mossen Francés, una señalizada y otra al final del bancal, sin señalizar. Nosotros escogemos la segunda opción, aunque ambas confluyen y siguen el mismo itinerario.







En seguida llegamos a la cueva.





Tras visitar la cueva, nos volvemos hasta el panel indicador del sendero, para continuar la ruta en dirección al Xorret de Catí.















Desde el panel indicador, continuamos en descenso por una senda que surge hacia la derecha.



La bajada, sobre todo al principio, es pronunciada.


La senda nos conduce a un camino ubicado a la espalda de una casa de campo. Continuamos hacia la izquierda en sentido descendente y siguiendo las marcas indicadoras del sendero.





Un poco más abajo alcanzamos la carretera que se dirige a Castalla por la parte de atrás del hotel. La seguimos en el sentido de la marcha que llevamos hasta llegar al lugar de inicio y fin de la ruta de hoy.