Ruta de unos siete kilómetros y medio en la que aprovechamos la ocasión para poder contemplar el inusual discurrir de agua por la rambla de Puça y por el Pantanet.
Aprovechando que brota una cantidad de agua inusual por la rambla de Puça y por el Pantanet, Manolo y yo decidimos realizar una bonita ruta por esta zona y por la Gurrama.
Comenzamos nuestro recorrido junto al restaurante Molino de la Reja.
Desde allí, descendemos hacia la rambla, en sentido ascendente, dirección Catí y Rabosa.
El agua hace que el recorrido habitual sea intransitable y optamos por buscar una alternativa, que a posteriori, comprobamos que ya ha sido explorada con anterioridad. Justo antes de alcanzar el cauce de la rambla de Puça, nos dirigimos en ascenso hacia la carretera por la izquierda y, antes de llegar a esta, encontramos una senda que discurre paralela a la carretera y vuelve a la rambla más adelante.
Regresamos a la rambla y caminamos junto al cauce del agua, dejando este a la derecha hasta que salimos por el final del tramo de rambla a la carretera.
El badén está lleno de agua y cruzar para seguir el trazado de la carretera supone mojarse los pies, por lo que cruzamos la carretera para volver a internarnos en la rambla. Comprobamos que también es la opción que han elegido antes porque se nota que se ha abierto paso.
El cauce de la rambla queda a nuestra derecha.
En el punto que se muestra a continuación se cruza al otro lado del cauce para ascender un pequeño tramo del camino que se dirige hacia la casa de la Gurrama.
A unos 18 metros, por la izquierda y paralelo a la rambla, nace una senda por la que continuamos.
La senda se adentra de nuevo a la rambla y luego continúa en paralelo al cauce de esta. Continuamos siguiendo su trazado.
En el punto que muestra la siguiente fotografía, el recorrido seguiría el trazado de la senda, pero está llena de agua y por ello, intransitable, por lo que nos adentramos unos metros en lo que formaría parte del cauce de la rambla para volver a retomar la senda un poco más adelante por la izquierda.
Al volver a la senda, su estado es normal y ya no discurre el agua por ella. Como queremos conocer la procedencia de la misma, retrocedemos unos metros para averiguar que una de las causas de que el agua corra de esa manera por la rambla, se debe a que esta brota de una arqueta que hay muy próxima a una mina de agua.
Reanudamos la marcha y continuamos por la senda a la que hemos accedido. Al llegar nuevamente al cauce de la rambla, continuamos hacia la izquierda.
Seguimos el recorrido de la rambla y en varios momentos, tuvimos que sortear algún árbol caído como consecuencia de las lluvias, la nieve y el viento, así como numerosas ramas caídas.
En el punto que se muestra a continuación, el curso de la rambla continúa hacia la derecha. Nosotros seguimos recto por el trazado de un camino que se va transformando en senda.
La senda asciende una loma y, al final de esta subida, llegamos al cruce que se muestra en la siguiente fotografía, donde seguimos hacia la derecha en descenso.
A unos 25 metros hay otra bifurcación en la que continuamos por el camino que llevamos, siguiendo con la bajada.
Alcanzamos de nuevo la rambla y la cruzamos, continuando recto e iniciando enseguida un suave ascenso.
Unos metros antes de terminar la subida, nos adentramos por la izquierda en una senda que cruza el borde de unos bancales y desemboca en un camino por el que continuamos recto para dirigirnos hacia el Pantanet.
Llegamos al abrevadero y desde él, seguimos el trazado de la acequia hacia el Pantanet.
En el punto que muestra la siguiente fotografía, dejamos la acequia y descendemos por la derecha hacia la entrada al Pantanet.
El agua que discurre por el Pantanet nos deja una bonita estampa.
Alcanzamos el muro del pantano y la cueva de la Figa, donde se ha acumulado y brota una buena cantidad de agua.
Seguimos el recorrido ascendiendo junto a la pared de la presa, siguiendo el recorrido del sendero de pequeño recorrido para subir a la parte de arriba del pantano, donde se ha formado una charca que queremos visitar.
Tras la visita a la charca descendemos de nuevo al Pantanet, para iniciar el regreso por el mismo camino que nos ha traído hasta aquí.
Volvemos a pasar por el abrevadero y, a unos 70 metros de este, llegamos de nuevo al inicio de la senda que nos condujo hasta este lugar por el borde de los bancales, pero ahora, continuamos el recorrido siguiendo por el camino que llevamos y descartando la senda. Nos dirigimos a la casa de la Gurrama.
Bordeamos la antigua casa de ganado que hay a unos 50 metros y seguimos por el camino que llevamos, descartando la dos sendas que bifurcan en la esquina de este, una hacia la derecha que se dirige a la rambla y otra, señalizada con marcas de sendero de pequeño recorrido, que continúa recto.
En el siguiente cruce seguimos hacia la derecha para dirigirnos a la casa de la Gurrama.
Pasamos entre la casa de la Gurrama y el lavadero.
Cruzamos la carretera a la altura del badén y nos adentramos a la rambla por el mismo lugar por donde salimos de ella para dirigirnos al lugar de inicio y fin de la ruta.
